Día Mundial de los Océanos 2024: Despertar nuevas profundidades
Los océanos cubren más del 70% de la superficie del planeta y son fundamentales para la vida en la Tierra. Sin embargo, nuestra relación con ellos tiene que cambiar con urgencia, el esfuerzo hecho hasta el momento sólo ha rozado la superficie. Es la hora de “despertar nuevas profundidades”, es el momento de promover un impulso generalizado a favor de los océanos. En este sentido, Almar Water Solutions se une a las Naciones Unidas que, en el Día Mundial de los Océanos, cada 8 de junio, nos recuerda el importante papel que desempeñan estos en nuestra vida.
El océano, además de concentrar el 97% de agua del planeta, es el gran termorregulador de la temperatura y el regulador de gases de efecto invernadero por excelencia; así como, provee más del 50% del oxígeno que respiramos y es el hogar de una extraordinaria biodiversidad. Además, es una fuente crucial de alimento y resulta clave para nuestra economía. Se estima que, para 2030, habrá en torno a 40 millones de trabajadores en todo el sector relacionado con los océanos.
Los océanos: la despensa del planeta.
El océano tiene más del doble del tamaño de todos los continentes combinados y está completamente inexplorado. Según plantea el artículo “The future of food from the sea” de la Revista Nature, los alimentos comestibles procedentes del mar podrían aumentar entre 21 y 44 millones de toneladas para 2050, “un aumento del 36% al 74 % en comparación con los rendimientos actuales”, lo que representaría “del 12% al 25% del aumento estimado de toda la carne necesaria para alimentar a 9.800 millones de personas para 2050”, según los cálculos de los 22 investigadores. La rentabilidad de explorar el océano y sus profundidades puede ser mayor que la de explorar el espacio exterior.
No obstante, a pesar de su importancia, los océanos enfrentan numerosas amenazas:
- Contaminación por plásticos: cada año, millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, afectando la vida marina y los ecosistemas costeros.
- Cambio climático: el aumento de las temperaturas globales está causando la acidificación de los océanos, el blanqueamiento de los corales y el derretimiento de los casquetes polares.
- Sobrepesca: la explotación excesiva de los recursos marinos está llevando a muchas especies al borde de la extinción.
- Destrucción de hábitats: la urbanización costera, la contaminación y otras actividades humanas están degradando hábitats críticos como los arrecifes de coral, los manglares y las praderas marinas. Por impresionante que parezca, dos tercios de su agua (la mitad del planeta en términos absolutos) son aguas internacionales en las que no existe regulación alguna sobre la protección de su biodiversidad. Es decir, menos del 3% está protegido, cuando de su gestión sostenible depende el futuro de la humanidad.
Para proteger nuestros océanos y asegurar su salud futura, se requieren acciones a nivel local y global. Con el objetivo de no agotar todo lo que estos nos ofrecen, es vital trabajar juntos para establecer un nuevo equilibrio a través de la innovación y la colaboración. La ONU, mediante el desarrollo de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el ODS 14, está impulsando esfuerzos globales para conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos. Es el momento de apostar por las energías renovables y por el hidrógeno verde; así como, es fundamental cortar nuestras emisiones de CO2 y solucionar la contaminación por plásticos.
Hoy, estamos ante una nueva oportunidad para reflexionar sobre la importancia del océano y tomar medidas concretas para su conservación. Es hora de asegurar que las generaciones futuras puedan disfrutar de los innumerables beneficios que estos nos brindan. No hay tarea más esencial que cuidarlos y mantener el delicado equilibrio de sus profundidades.
El océano no solo cubre el planeta, sino que también lo sustenta.