COP 28: “Unir. Actuar. Cumplir.”
“Unir. Actuar. Cumplir”. Este es el lema bajo el cual se celebró, en Dubái, la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la conocida como COP28. Su clausura parece indicar el inicio del fin de los combustibles fósiles, pero ¿será suficiente su ambición para actuar y cumplir con los objetivos requeridos ante la emergencia climática en la que vivimos?
Se establecieron cuatro ejes de actuación, con el objetivo de conseguir la descarbonización de la economía y una adaptación y mitigación justa para todos los países. Además, buscaba conseguir un balance mundial sobre los avances que se han hecho a nivel global de los objetivos marcados en el Acuerdo de París:
- Acelerar la transición energética y reducir las emisiones antes de 2030.
- Transformar la financiación climática, cumpliendo las promesas ya definidas y estableciendo el marco para un nuevo acuerdo sobre financiación.
- Posicionar la naturaleza, las personas, la vida y los medios de subsistencia en el centro de la acción climática.
- Movilizar a todos los actores para lograr la COP más inclusiva de la historia.
En este sentido, se ha conseguido un acuerdo bastante positivo para impulsar la transición energética. Además, por primera vez, se ha hecho una llamada expresa al abandono de combustibles fósiles: acelerar la acción climática en esta década, alcanzar emisiones netas cero a 2050 y fundamentar la acción en la ciencia. Además, para 2030 se ha fijado el objetivo de triplicar la capacidad renovable y duplicar las mejoras de eficiencia energética.
Sin embargo, ¿qué pasa con el agua? Los expertos en cambio climático siguen avisando sobre lo que supone la falta de este recurso hoy en día y lo que supondrá en el futuro, no tan lejano, debido al aumento de las temperaturas.
Actualmente, la sociedad se enfrenta a problemas hídricos como la escasez de agua, la contaminación o los fenómenos climáticos extremos. De hecho, el agua es el medio a través del cual la sociedad percibe muchos de los impactos de la crisis climática. Nueve de cada 10 desastres naturales se relacionan con el agua. Los riesgos climáticos vinculados con este recurso se propagan a través de los sistemas alimentarios, energéticos, urbanos y ambientales.
Fue con la presidencia de la COP27, celebrada en Egipto, donde se puso el foco en el agua. Se presentó un plan de acción conjunta centrada en este recurso, la iniciativa Acción para la Adaptación y Resiliencia del Agua (AWARe), que reunió a todas las organizaciones internacionales.
La iniciativa tenía tres objetivos:
- Disminuir las pérdidas de agua y mejorar los suministros.
- Proponer y apoyar políticas acordadas de implementación y métodos de cooperación relacionados con la acción para la adaptación del agua y sus beneficios.
- Promover la cooperación y las relaciones entre agua y acción climática para alcanzar la Agenda 20230 y en particular el ODS6.
En la COP28, aunque se abordó de manera directa el desafío del agua, se ha centrado, sobre todo, en lograr abandonar los combustibles fósiles y adoptar fuentes de energía renovables ya que, si no se consigue, perderemos la oportunidad de limitar el calentamiento global a 1.5ºC. Sin embargo, en las diferentes discusiones llevadas a cabo en el seno de la conferencia, el agua no ha contado con el peso necesario para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en la Agenda 2030. Por lo tanto, en materia de agua poco se ha unido, actuado y cumplido en la COP 28.
El ODS 6 es la base sobre la que se asientan los otros 16 objetivos. Sin agua, ni la salud ni la alimentación ni la sostenibilidad medioambiental ni el desarrollo frente a la pobreza, entre otros, están garantizados. De ahí, que el agua sea el pilar esencial para lograr el resto de los objetivos y se coloque en el primer eslabón de la pirámide de todos ellos.
En este sentido, los recursos de agua no convencionales, como la desalación y el reúso, son soluciones eficientes para alcanzar la seguridad hídrica; así como, compatibles con el medio ambiente para hacer frente a la crisis hídrica a la que nos enfrentamos. En Almar Water Solutions tenemos el objetivo de contribuir para que el agua adquiera un mayor peso en este desafío global. Apostamos por el agua como solución ante el cambio climático ya que la gestión de los recursos hídricos, con la última tecnología, nos permite reducir emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el calentamiento global.
Es el momento de actuar, es la hora de cumplir.