Economía Circular: agua y energía

A lo largo de la historia, el ser humano ha necesitado los recursos que aporta la naturaleza para evolucionar como sociedad y buscar su mayor bienestar. De ella, obtenemos las materias primas de las que, tras diferentes procesos artesanales o industriales, adquirimos los insumos básicos y esenciales que son consumidos como productos o servicios por la mayor parte de la sociedad.

No obstante, estos recursos naturales están en peligro por el impacto que tienen las actividades humanas. No solo por el modo de vida actual, sino por el aumento demográfico previsto; que estima que, para 2050, harán falta casi tres planetas Tierra para perpetuar el estilo de consumo vigente. La necesidad de adoptar nuevos modos de producción y consumo sostenibles está más que justificada.

Economía circular: el rol del agua

Con el fin de conseguir ese desarrollo sostenible es vital adoptar la economía circular como modelo económico alternativo al actual, donde el uso sustituye al consumo. A pesar de que parece estar más enfocada a la gestión de materiales, el sector del agua no puede quedar al margen de esta estrategia.

El crecimiento de la población y la economía han impulsado un rápido incremento en la demanda de recursos hídricos. Los recursos se regeneran dentro del ciclo hidrológico o se recuperan mediante el ciclo técnico, a través de la reutilización. En el ciclo hidrológico, distintos procesos permiten regenerar los materiales descartados y, a través del ciclo técnico, con el uso de energías renovables, los residuos se transforman en nuevos recursos.

En este nuevo enfoque económico, el agua residual pasa de considerarse de valor añadido a convertirse en una corriente enriquecida en compuestos con su propio valor. El tratamiento de agua residual ya no solo se puede tener en cuenta como una industria destinada a atenuar los elementos que la componen, con el fin de producir agua que cumpla los límites legales de vertido; sino como una industria productiva en sí.

¿Qué beneficios tienen las aguas residuales tras ser tratadas?

El tratamiento de las aguas residuales, además del medioambiental, ofrece otros grandes beneficios que se deben tener en cuenta:

• Puede utilizarse para generar energía limpia. Los tratamientos que permiten la purificación del agua para su vertido en mares o ríos sin problemas medioambientales requieren de tecnologías con un alto coste energético y económico; sin embargo, si los restos orgánicos de las depuradoras se transforman en energía, las instalaciones de tratamiento de aguas residuales se convierten en generadoras de energía en lugar de consumidoras, mientras que producen agua limpia que se devuelve al ecosistema local.
• Reduce la inseguridad hídrica y permite la adaptación al cambio climático.
• Permite la recuperación de nutrientes para el suelo, como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, que contienen las aguas residuales, reduciendo así la dependencia de los fertilizantes sintéticos.

No obstante, la reutilización alcanzará su gran desarrollo cuando no solo se tengan en cuenta los parámetros de sostenibilidad ambiental, sino también los de índole económica. Mas allá de los indicadores propios del sector, como el porcentaje o destino de aguas reutilizadas y el uso de energía, es importante hacer hincapié en la rentabilidad de esta. La reutilización es parte fundamental del presente y del futuro del sector del agua.

La transición hacia una economía baja en emisiones es una prioridad en Almar Water Solutions. Estamos en continuo estudio de negocios relacionados con el agua y el medioambiente para contribuir a la economía circular y ampliar nuestra cartera de soluciones sostenibles. Por eso, contamos con una nueva división denominada New Ventures para proyectos que, a través de la innovación, generen un impacto medioambiental y social positivo. Invertimos en tecnología y recursos que ayuden a crear una sociedad más resiliente y sostenible, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

Queremos crear valor para nuestros socios y cumplir con los objetivos medioambientales del futuro.