#5 CARLOS COSIN, CEO DE ALMAR WATER SOLUTIONS
Shuqaiq 3: una construcción con gran potencial
Carlos Cosín, CEO de Almar Water Solutions, parte de Abdul Latif Jameel Energy, comenta los avances del proyecto de desalación Shuqaiq 3, en Arabia Saudí, y explica su importancia tanto para el país como para Almar Water Solutions.
La planta desaladora de Shuqaiq 3, situada en la provincia de Jizan, al suroeste de Arabia Saudí, se convertirá en una de las mayores plantas de desalación por ósmosis inversa (OI) del mundo, una vez finalizada en el cuarto trimestre de 2021. Adjudicada al consorcio formado por Almar Water Solutions (a través de Abdul Latif Jameel Enterprises), Acciona, Marubeni Corporation and Rawafid Alhadarah Holding Co, y con una inversión de 600 millones de dólares, la planta de Shuqaiq 3 producirá 450.000 metros cúbicos diarios de agua, lo que garantizará el suministro de agua potable a más de 1,8 millones de ciudadanos, al tiempo que contribuirá al desarrollo económico e industrial, tanto local como nacional.
Reconocida en todo el sector del agua como una de las plantas más complejas e innovadoras de su categoría, en septiembre de 2019 fue galardonada con el premio “Utilities Project of the Year en los premios Middle East Energy Awards 2019, celebrados en Dubái (EAU), consolidando así su posición como uno de los proyectos más emblemáticos de la región.
P. Shuqaiq 3 es el primer gran proyecto de desalación de Almar Water Solutions. ¿Qué importancia tiene en este sentido?
CC: Shuqaiq 3 es doblemente importante, no solo porque ha sido el primer gran proyecto de Almar Water Solutions, sino porque, junto con la planta desaladora Rabigh III, es el primer proyecto del nuevo programa de privatización del agua de Arabia Saudí.
Ganar esta licitación con nuestro consorcio demostró que tenemos la experiencia y los conocimientos necesarios para desarrollar -y ganar- licitaciones exitosas. Probó que podemos ser competitivos en estos proyectos de gran tamaño y demostró nuestra credibilidad, tanto ante el mercado como ante nuestros socios.
P: Almar es uno de los socios del consorcio adjudicatario de la licitación. ¿Qué importancia tuvieron estas alianzas para el éxito de la oferta?
CC: Estas asociaciones fueron esenciales para el éxito de nuestra oferta. Nos asociamos con el mejor contratista EPC, ACCIONA, que tiene las mejores referencias y la mayor credibilidad; un socio en el que podíamos confiar para mantener el más alto nivel de calidad y entregar el proyecto en el plazo y el presupuesto previstos.
Con ACCIONA a bordo, necesitábamos un socio financiero fuerte, con experiencia y reputación en el sector, alguien que se sintiera cómodo con los términos del proyecto y las garantías para el país, y ese fue Marubeni.
El tercer socio clave es Rawafid, el socio local, que aporta mucha experiencia y conocimientos locales para el consorcio, sobre todo en cuanto a la gestión de los requisitos laborales y los problemas de la zona.
P. ¿Qué experiencia tiene el equipo de Almar Water Solutions en el mercado saudí, en particular, y en el mercado de servicios de agua en Oriente Medio, en general?
CC: Oriente Medio representa entre el 70% y el 80% del total del mercado del agua, lo cual es enorme. Si quieres ser un player del sector, tienes que estar en esta geografía. Mi primera experiencia en la región se remonta a los años 90, cuando trabajé en un par de pequeñas plantas de desalación térmica. En aquella época, la tecnología de las membranas de ósmosis inversa aún se estaba perfeccionando.
A principios de este siglo, la tecnología de membranas avanzaba hasta el punto de ser más competitiva, en términos de eficiencia, que el proceso térmico. Por ello, las nuevas plantas de desalación empezaron a utilizar el proceso de membranas, en lugar del térmico.
Trabajé en un gran proyecto en Omán y también en un proyecto pionero en Arabia Saudí, en Al Khafji, que combinaba energía solar y desalación.
En los Emiratos Árabes Unidos también ganamos dos proyectos muy innovadores con Mazda. Uno consistía en concentrar la descarga de salmuera de la planta desaladora en una instalación específica mediante evaporadores. El segundo proyecto era una tecnología de destilación por membranas en ósmosis directa.
Así que, definitivamente, tenemos alguna experiencia previa de éxito en la región… Con la planta de Shuqaiq 3, hemos demostrado nuestra experiencia y nuestro compromiso para seguir innovando en la búsqueda de soluciones a los problemas de agua que tiene Oriente Medio.
Algunos de los equipos de ósmosis inversa de Shuqaiq 3
P. ¿Cuáles son las características más significativas de Shuqaiq 3 en términos de tecnología? ¿Qué la hace especial?
CC: Para mí, hay dos características especiales de esta planta. La primera es la recuperación de energía.
Nos esforzamos mucho en el diseño de la tecnología para minimizar al máximo el consumo de energía. Estamos en el rango de 3,2kW/h – 3,3kW/h por metro cúbico, lo que es un récord. Cuando empecé en este sector, el consumo de energía de una planta desaladora por membranas era de unos 14kW/h.
En los últimos 20 años, hemos conseguido reducirlo hasta este nuevo nivel de 3,2kW/h. No creo que sea posible bajar mucho más.
Parte de los 538.270 metros de cableado que se están instalando en las obras de Shuqaiq 3
Lo hemos conseguido no solo por el diseño de las bombas de alta presión, sino también porque hemos diseñado cuidadosamente todos los elementos del proyecto, desde los caudales de las tuberías hasta los sistemas de filtración, para que sean lo más eficientes posible. Y estoy muy orgulloso de haberlo conseguido.
La segunda característica especial es la toma de agua. Para producir 450.000 metros cúbicos de agua desalada al día, hay que diseñar una tubería que pueda captar el doble de capacidad, porque alrededor del 50% termina como descarga de salmuera.
Así que, en este caso, tuvimos que diseñar una toma que pudiera manejar 900.000 metros cúbicos al día, lo cual es enorme, y que siguiera haciéndolo durante los próximos 25 años. Ha sido todo un gran logro
Las tuberías de captación de agua de mar de Shuqaiq 3, de dos metros de diámetro.
P. ¿Cree que el problema de la disponibilidad de agua va a empeorar en los próximos 25 años?
CC: No tengo ninguna duda al respecto. El cambio climático es un hecho, y se ha demostrado que está acelerando la frecuencia de las inundaciones y las sequías, entre otros fenómenos meteorológicos extremos.
Tenemos que aprender a vivir con esta incertidumbre. Y el agua es uno de los recursos clave que tenemos que defender.
Esta region, Oriente Medio, está mejor preparada que otras. Ha puesto los recursos y las infraestructuras necesarias para luchar contra el impacto del cambio climático, donde aún queda mucho trabajo por hacer.
La desalación es una parte fundamental, pero no es la única solución.
La reutilización del agua también tiene un enorme potencial para aumentar su disponibilidad. No podemos aceptar una situación en la que la única alternativa del agua usada solo sea volver al mar. .
Hay que tratarla y reutilizarla, no necesariamente para agua potable, sino también para otros fines como la industria, la agricultura o la inyección en acuíferos sobreexplotados.
Creo que ese es el siguiente paso, como complemento a los programas de desalación.
P. A medida que la gente y los gobiernos se han ido concienciando de la crisis climática, ¿ha visto una mayor preocupación por las cuestiones relacionadas con el suministro de agua?
CC: En la teoría, sí. En la práctica, no. .
En 2015 se dio un gran paso adelante al incluir el agua como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS 6), en lugar de considerarla como parte de un objetivo medioambiental más general, que es lo que solía ocurrir.
Para mí, el agua es esencial para alcanzar los demás ODS, como el hambre, la seguridad, la pobreza o las ciudades sostenibles, y ninguno de ellos es posible sin el agua.
Es bueno ver que el agua se reconoce de esta manera al más alto nivel. Sin embargo, cuando se observa lo que está ocurriendo realmente en el sector, la situación no es tan buena.
Algunos países que se lo están tomando en serio y están invirtiendo mucho, como Arabia Saudí, China o Singapur, pero a escala mundial los avances son lentos. No hay regulación. No hay inversión. No hay una verdadera planificación a largo plazo. Al menos no a la escala necesaria.
La mayoría de los países aún no han tomado las medidas necesarias que reflejen la magnitud del problema del saneamiento y del agua potable. Y esto me preocupa. Creo que hay una falta de voluntad política y de concienciación en nuestra sociedad en general sobre la gravedad de la situación y la necesidad de cambiar nuestro comportamiento.
P. A pesar de las dificultades, han conseguido cumplir con el plazo previsto para Shuqaiq 3. ¿Espera que éste sea el primer proyecto para Almar Water Solutions en la región?
CC: Sí, eso espero. Oriente Medio es una región en la sin duda que tenemos que estar, supone el 80% del mercado.
Almar ha demostrado que es un socio fuerte y fiable, con la experiencia y la credibilidad necesarias para gestionar con éxito estas grandes licitaciones.
Esperamos trabajar en más proyectos, y queremos ampliar nuestra oferta para incluir también otros servicios; otras ideas que tenemos para suministrar agua y servicios, como sistemas de riego, o abastecimiento de agua para hoteles y resorts.
Esperamos que haya un equilibrio entre proyectos a gran escala y proyectos más pequeños y de menor riesgo, para diferentes nichos de la industria del agua. Una vez que Shuqaiq 3 esté finalizada y en operación, reemprenderemos el viaje y seguiremos explorando nuevas oportunidades.
Los enormes tanques de filtración que se están construyendo en Shuqaiq 3, con vistas al Mar Rojo