Una regulación común sobre agua reutilizada: un paso más en la seguridad de los recursos hídricos
Para el desarrollo sostenible de la sociedad y el crecimiento de la economía europea es vital el agua de buena calidad en cantidad suficiente. Sin embargo, los recursos de agua dulce en los países de la Unión Europea están cada vez más bajo presión, lo que genera estrés hídrico y una peor calidad de este recurso. Además, el cambio climático, con sus patrones impredecibles y sequías más frecuentes y severas, está contribuyendo significativamente a una menor disponibilidad de agua.
La UE es líder mundial en exportaciones agroalimentarias y emplea a más de 40 millones de personas. No obstante, el sector agrícola también es uno de los principales consumidores de agua dulce en Europa, y representa aproximadamente el 50 % del consumo total anual de agua.
En este sentido, de acuerdo con el Pacto Verde Europeo y los principios de la Economía Circular, mejorar la eficiencia de los recursos hídricos del continente europeo es una necesidady, por ello, la reutilización de agua se presenta como una de las soluciones no convencionales que debe potenciarse.
La entrada en vigor, el 26 de junio de 2023, del Reglamento 2020/741 supone una herramienta para ayudar a proteger la biodiversidad, lograr la contaminación cero, alcanzar la adaptación al cambio climático y garantizar la protección de la salud humana y animal.
Este nuevo reglamento fija unas normas mínimas para que los ciudadanos y las empresas de la Unión confíen en la calidad del agua regenerada y en los productos agrícolas. Requiere que las aguas residuales urbanas, que ya han sido tratadas según la Directiva de Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas, sean adicionalmente manipuladas para cumplir con los estándares mínimos de calidad con el objetivo de ser aptas para uso agrícola.
El reglamento, que se aplicará en todos los Estados miembros, establece:
- Requisitos mínimos de calidad del agua en la Unión Europea para la reutilización segura de aguas residuales urbanas tratadas en riego agrícola;
- Requisitos mínimos de seguimiento armonizados, en particular la frecuencia de seguimiento de cada parámetro de calidad del agua y los requisitos de seguimiento de validación;
- Disposiciones de gestión de riesgos para evaluar y abordar posibles riesgos adicionales para la salud humana y animal; y posibles riesgos ambientales;
- Requisitos de permisos para producir y suministrar agua regenerada;
- Transparencia, mediante la cual se pone a disposición del público información clave sobre cualquier proyecto de reutilización de agua.
A pesar de que inicialmente se estudió la posibilidad de que esta normativa considerase todos los usos de las aguas regeneradas (agrícola, urbano, medioambiental, recreativo e industrial), la oposición de algunos de los estados miembros ha llevado a que, de momento, la regulación se centre en el riego agrícola y no incluya otros usos de las aguas regeneradas. No obstante, no se descarta que, en el plazo de cinco años, se evalúe por parte de la Comisión Europea la aplicación de este reglamento a otros usos específicos.
Desde Almar Water Solutions apoyamos cualquier acción que garantice que el uso de las aguas residuales tratadas, en este caso para regar cultivos, sea seguro, transparente y accesible. El agua recuperada en la agricultura desempeñará un papel importante en la lucha contra la escasez de agua y la sequía, cada vez más frecuente en Europa. Ahora, la Unión Europea está equipada con una nueva legislación que protegerá sus recursos hídricos.