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#2 Fady Jameel, Presidente adjunto y vicepresidente internacional de Abdul Latif Jameel

Shuqaiq 3: un oasis de oportunidades

Fady Jameel, presidente adjunto y vicepresidente internacional de Abdul Latif Jameel, habla de la participación de Abdul Latif Jameel en el proyecto independiente de desalación Shuqaiq 3 en Arabia Saudí, una de las plantas desaladoras más grandes del mundo.

La planta desaladora de Shuqaiq 3, situada en la provincia de Jizan, al suroeste de Arabia Saudí, se convertirá en una de las mayores plantas de desalación por ósmosis inversa (OI) del mundo, una vez finalizada en el cuarto trimestre de 2021.

Adjudicada al consorcio formado por Almar Water Solutions (a través de Abdul Latif Jameel Enterprises), Acciona, Marubeni Corporation y Rawafid Alhadarah Holding Co, y con una inversion de 600 millones de dólares, la planta de Shuqaiq 3 producirá 450.000 metros cúbicos diarios de agua, lo que garantizará el suministro de agua potable a más de 1,8 millones de ciudadanos, al tiempo que contribuirá al desarrollo económico e industrial, tanto local como nacional.

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Reconocida en todo el sector del agua como una de las plantas más complejas e innovadoras de su categoría, en septiembre de 2019 fue galardonada con el premio “Utilities Project of the Year en los premios Middle East Energy Awards 2019, celebrados en Dubái (EAU), consolidando así su posición como uno de los proyectos más emblemáticos de la región.

Fady Jameel, presidente adjunto y vicepresidente internacional de Abdul Latif Jameel, explica los entresijos del proyecto y su importancia vital tanto para Arabia Saudí como para la industria del agua.

P. ¿Cuál es la experiencia de Abdul Latif Jameel en la industria global del agua?

Interview Fady Jameel

Nuestra primera incursión en el sector del agua fue hace más de 20 años, en Yeda. Identificamos una pequeña planta desaladora de ósmosis inversa, parada y desarmada, en Estados Unidos. La compramos y la volvimos a poner en marcha para suministrar de agua limpia al Puerto Islámico de Yeda. Desde entonces, también hemos invertido en otras plantas y hemos suministrado agua a varias ciudades industriales en Arabia Saudí.

Hemos aprendido mucho desde entonces.

La disponibilidad de agua limpia para la comunidad, para la industria y para la sostenibilidad de cualquier país, es de vital importancia.

Pero hay que hacerlo correctamente, de forma que no solo sea útil para los accionistas y socios, sino que también sea responsable con el medio ambiente a largo plazo.

Históricamente, muchas plantas de agua no adoptaban este enfoque medioambiental, entre otras cosas, por su escasa eficiencia energética.  En Abdul Latif Jameel, este criterio está en el centro de cada inversión que hacemos.  Esto se aplica a la movilidad, a las energías renovables y, por supuesto, a nuestro mayor proyecto de agua hasta la fecha: Shuqaiq 3.

P. ¿Qué acciones se han llevado a cabo en Shuqaiq 3 para mejorar la sostenibilidad?

Lo primero ha sido optimizar la eficiencia de la planta, trabajando estrechamente con nuestros socios, Marubeni.  Contar con la planta más eficiente, utilizando la tecnología y los procesos más avanzados, e incorporando las mejores prácticas, es clave, no solo para abordar los problemas de sostenibilidad en nuestro país, sino también para ganar proyectos.  Pero esto no significa que tengamos que renunciar a los beneficios.  Se puede conseguir una rentabilidad similar cuando se hacen las cosas de forma más eficiente.

Otro problema es la salmuera que se produce durante la desalación.  ¿Cuál es la mejor manera de tratarla?  Nuestro plantemiento garantiza que la salmuera se diluya adecuadamente y se devuelva al mar a través de una zona de gran tamaño, para que se disperse rápidamente de forma natural.  Para nosotros es muy importante hacer hincapié en estos procesos sostenibles y aprender de ellos.  Nuestro objetivo no es solo finalizar la planta de Shuqaiq con éxito.  Tenemos previsto hacer otras cosas en Arabia Saudí, en América Latina, en el sudeste asiático y en el norte y el este de África.  Shuqaiq 3 es la joya de la corona, así que tenemos que hacerlo bien.

P. ¿Es importante trabajar con otros socios en un proyecto como éste?

Sí, es muy beneficioso trabajar con otros socios que compartan los mismos objetivos y soluciones, además de aprovechar las nuevas tecnologías que aportan.  En Abdul Latif Jameel invertimos en tecnologías ya existentes y en otras nuevas que definirán el desarrollo de los sistemas hídricos en los próximos años. Tecnologías tanto de software como de hardware, por ejemplo con el laboratorio J-WAFS del MIT, así como con otros socios que poseen software o hardware específicos que podrían ayudar a aliviar parte de la presión sobre el medio ambiente.

Dado el alcance global del negocio de Abdul Latif Jameel, centrado en la inversión en infraestructuras esenciales para la vida, es importante que demos ejemplo abordando estas cuestiones.  Queremos animar a otras empresas, no solo de la industria del agua, a hacer lo mismo, para así alcanzar la sostenibilidad en sus negocios.

Las normativas son cada vez más estrictas; los gobiernos prestan más atención a la agenda del cambio climático, y a nosotros nos corresponde intensificar también nuestras acciones.

Interview Fady Jameel

Algunos de los 7.000 tubos de ósmosis inversa de Shuqaiq 3 (equivalente a 54 kilómetros)

P. ¿El hecho de que Shuqaiq 3 se encuentre en su país de origen, Arabia Saudí, lo hace aún más significativo para usted?

Por supuesto. Es uno de los mayores proyectos de Arabia Saudí y, sin duda, el mayor proyecto privado del país. Desempeñará un papel crucial en la transformación de la provincia de Jizan, tanto a nivel industrial como urbanístico, en términos de desarrollo. Así que estamos muy orgullosos de él y es un referente del tipo de proyectos que queremos realizar en el futuro.

P. ¿Dónde encaja Shuqaiq 3 en la cartera de proyectos de Abdul Latif Jameel?

Muchos de los proyectos de nuestro porfolio, ya sea en Bahréin, América Latina o Egipto, son los llamados proyectos brownfield. Suelen ser plantas antiguas que renovamos y mejoramos, convirtiendo la vieja economía en nueva. Shuqaiq 3 es diferente porque es una planta completamente nueva, que utiliza tecnología de vanguardia. Nos da la oportunidad de innovar con nuevas tecnologías a gran escala, las cuales esperamos utilizar en proyectos futuros a nivel mundial.

P. ¿Cree que la concienciación sobre los problemas mundiales del agua ha crecido en los últimos años?

Sí, absolutamente. Es una cuestión sumamente importante y está reconocida como un riesgo transfronterizo y geopolítico. Si se quiere evitar un conflicto regional innecesario, la seguridad del agua es vital. La agricultura, la producción de alimentos, la sanidad, la salud… todo está relacionado con el agua. No se trata solo de un problema en lugares donde el clima es cálido y seco, como Oriente Medio. La disponibilidad y calidad del agua es un problema mundial: en Europa, América Latina, África, en todas partes. Muchos países del llamado “primer mundo” tienen problemas con el agua. Incluso en los países que disponen de abundante agua, no siempre está en los lugares donde más se necesita, y es muy caro transportar el agua de un lugar a otro.

A nivel individual, la gente a menudo ni siquiera piensa en el uso que le da al agua y en su lugar de procedencia. Pero eso está cambiando. Afortunadamente, la gente está empezando a comprender la necesidad de conservar el agua en los hogares y en la industria. Ven que, a medida que la población crece y más personas viven en las ciudades, la presión sobre los suministros de agua aumenta sin cesar. Y a medida que las presiones se intensifican, los costes aumentan. Existe el riesgo de que el agua se convierta en una commodity y que la gente dependa de los mercados para acceder al agua, en lugar de ser un derecho humano básico.

No podemos limitarnos a confiar en que el gobierno nos proporcione una solución.  Tenemos que ser parte de la solución y trabajar juntos para garantizar que nuestra sociedad no desperdicie este recurso esencial.

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La ceremonia de colocación de la primera piedra de Shuqaiq 3, el 8 de octubre de 2019.

P. ¿Qué consecuencias, si es que ha tenido alguna, ha tenido la pandemia en los sistemas hídricos mundiales?

La pandemia lo ha golpeado todo.  Creo que la pandemia es un signo de nuestra mala gestión con entorno natural, como comenté en un artículo de Abdul Latif Jameel Spotlight.  Estamos en la era de las pandemias.  Esta no es la primera ni será la última.  Ha afectado a todas las esferas de nuestra sociedad.  Lo único bueno que se puede sacar de ello es que ha obligado a los gobiernos -y a nuestra sociedad en su conjunto- a reconocer la urgente necesidad de reequilibrar nuestra relación con el planeta y de construir una forma más sostenible de vivir.

Si no lo hacemos, esta pandemia puede ser solo el principio.

P. Tradicionalmente, uno de los grandes inconvenientes de las plantas desaladoras ha sido la cantidad de energía necesaria para su funcionamiento. ¿Cree que será posible construir una planta de agua que utilice solo energías renovables?

Por el momento la respuesta es no.  Las desaladoras son increíblemente intensivas en energía.  No se puede suministrar la energía necesaria para una gran instalación de agua con energía solar, eólica o hidráulica, por ejemplo.  No es económicamente viable con las tecnologías renovables actuales.

Por supuesto, si se desarrollan nuevas tecnologías energéticas, como la energía de fusión, esto podría cambiar.  Hay empresas que están explorando la tecnología de fusión en EE.UU., la UE y China, por lo que podría ser una realidad en los próximos 10-15 años.  Espero sinceramente que así sea, pero por ahora, sigue siendo un sueño.

P. La desalación es uno de los tratamientos para aumentar el suministro y la disponibilidad de agua. El otro es la reutilización. ¿Es éste también un campo en el que trabaja Abdul Latif Jameel?

Por supuesto.  La reutilización del agua es otra tecnología crucial para reforzar los sistemas hídricos mundiales.  En la actualidad, alrededor del 80% de las aguas residuales se vierten al medio ambiente sin un tratamiento adecuado.  Al mejorar el tratamiento de las aguas residuales, eliminando los contaminantes y las sustancias nocivas, éstas se pueden reciclar y reutilizar, ya sea en la industria, la agricultura o como agua potable.  Hay una enorme necesidad de mejorar el índice actual de reutilización en determinados mercados clave, y estamos estudiando activamente varias oportunidades de inversión en este ámbito.

P. La participación de Abdul Latif Jameel en el sector del agua ha evolucionado mucho en los últimos años, especialmente con la adquisición de Almar Water Solutions. ¿Cuáles son los planes y objetivos para los próximos años?

Tenemos previsto aumentar considerablemente nuestra actividad en el sector del agua.  Ya hemos creado una plataforma con socios en Egipto para abordar el amplio mercado egipcio.  Estamos estableciendo una plataforma en Chile para el mercado latinoamericano, y en otras regiones, como Australia, Arabia Saudí y Europa, estamos buscando establecer relaciones con nuevos socios.  Subrayo lo de socios, porque nadie puede hacer esto solo.  Se necesitan conocimientos técnicos, desarrolladores, bancos… todo tiene que funcionar en su conjunto.  Cuanto más trabajemos con socios de confianza, más podremos abordar los problemas y ayudar a impulsar el progreso de la industria del agua.

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