La calidad del agua que consumimos es un tema que suele estar rodeado de ideas preconcebidas, preferencias personales y, en muchos casos, mitos. Cuando hablamos del agua embotellada frente al agua del grifo, entramos en un debate que combina economía, sostenibilidad y salud. La percepción generalizada de que el agua embotellada es más pura y segura ha impulsado una industria multimillonaria, pero ¿es cierta esta creencia o es solo un mito?
El agua embotellada se presenta como un producto de alta pureza, a menudo acompañado de imágenes de montañas cristalinas o manantiales idílicos. Sin embargo, muchas marcas comerciales utilizan agua de fuentes municipales que luego pasan por procesos adicionales de filtración o mineralización. Es decir, en algunos casos, el agua embotellada no es tan diferente de la que sale del grifo, y en la mayoría de los casos, pasan por menos controles que el agua municipal. Por su parte, el agua de la red pública debe cumplir con estándares microbiológicos y químicos que la hacen perfectamente segura para el consumo, alcanzando estándares de calidad más estrictos y seguros.
La preferencia entre agua embotellada y agua del grifo no tiene una respuesta universal, ya que depende de factores como la región, la calidad de las infraestructuras, la falta de fuentes públicas y las necesidades individuales. No obstante, es crucial desmitificar la idea de que el agua embotellada siempre es superior.
El precio: un abismo económico
El agua embotellada es, en promedio, entre 500 y 3.000 veces más cara que el agua del grifo. En países como España, su precio oscila entre 0,001 y 0,003 euros por litro, mientras que el agua embotellada puede costar entre 0,20 y 1 euro por litro.
Un ejemplo extremo es la producción de agua mediante el proceso de desalación, una tecnología vital en regiones con escasez hídrica. En España, el coste de producción del agua desalada varía entre 0,40 y 0,80 euros por metro cúbico (1.000 litros), equivalente a menos de 0,001 euros por litro. En comparación, una botella de agua de 500 ml a 0,50 euros equivale a 1.000 euros por metro cúbico, lo que muestra el enorme margen comercial de esta industria.
El impacto ambiental: un coste oculto
Igualmente, la producción y distribución del agua embotellada tienen un coste ambiental significativo. Según estudios recientes, se producen anualmente más de 500 mil millones de botellas de plástico, de las cuales solo el 9% se recicla eficazmente. El plástico utilizado en las botellas tarda cientos de años en descomponerse, y muchas de estas terminan en vertederos o en el océano.
Además, para producir un litro de agua embotellada se puede llegar a requerir hasta 3 litros de agua, considerando el proceso de fabricación de la botella y el embotellado. Esto es especialmente problemático en regiones con estrés hídrico, donde las plantas embotelladoras agravan la escasez de agua.
En comparación, el agua del grifo se distribuye mediante sistemas de tuberías que minimizan el impacto ambiental. Por lo que optar por consumir agua del grifo, siempre que sea segura, puede ser una acción sencilla pero efectiva para reducir nuestro impacto ambiental.
La calidad: bajo la lupa
La percepción de que el agua embotellada es más segura no siempre está respaldada por los datos. Por ejemplo, la publicación de Scientific Reports sobre la presencia de microplásticos en el agua embotellada llevada a cabo por investigadores de EnviroPlaNet, ha permitido comparar su concentración en ambas fuentes, con el objetivo de determinar si existen diferencias significativas entre las dos.
El resultado destaca que, aunque los poliésteres están presentes en ambas muestras, su abundancia es menor en el agua de red en comparación con el agua embotellada. La concentración media de partículas microplásticas (MP) en el agua embotellada fue de unas 0.7 MP/L, mientras que en el agua de grifo la concentración media fue de 0.0125 MP/L.
Aunque la concentración de microplásticos en el agua embotellada es significativamente mayor que en el agua del grifo, el plástico ingerido por esta vía es probable que no llegue a causar efectos adversos en los humanos debido a que la cantidad ingerida en peso total es mínima. No obstante, es fundamental que los gobiernos y organismos reguladores fomenten el uso de las fuentes más limpias posibles, como el agua del grifo, rentable y respetuosa con el medioambiente y que reduce la cantidad de residuos plásticos generados.
Agua del grifo: una elección con impacto
Almar Water Solutions tiene un papel fundamental en la transformación de cómo percibimos y gestionamos el recurso más vital del planeta. En el contexto del debate entre agua embotellada y agua del grifo, ofrecemos soluciones clave para mejorar la calidad, accesibilidad y sostenibilidad del agua potable.
Uno de los retos más importantes para favorecer el consumo de agua del grifo es garantizar la calidad del suministro en todo momento. Almar Water Solutions desarrolla, financia y opera infraestructuras innovadoras como plantas de desalación, reutilización y tratamiento de agua que, junto con su enfoque en la sostenibilidad y la innovación, ayuda a desmitificar la superioridad del agua embotellada y refuerza la confianza en el consumo del agua del grifo.
Y es que, el agua del grifo, a menudo subestimada, ofrece una alternativa segura, económica y ambientalmente responsable al agua embotellada. Si bien esta industria seguirá creciendo, reflejo tanto del aumento de la demanda en mercados emergentes como de las estrategias de marketing que promueven una imagen de lujo y calidad, las soluciones sostenibles están ganando terreno, manifestando un cambio en la percepción pública. Elegir el agua del grifo y apoyar iniciativas sostenibles es un paso crucial para preservar el recurso más valioso de todos: el agua.
En un mundo cada vez más preocupado por la sostenibilidad, optar por el agua del grifo cuando sea apta para su consumo es una decisión consciente y responsable. Con esta elección reducimos el consumo de plásticos, disminuimos nuestra huella de carbono y fomentamos el uso de infraestructuras sostenibles. Cada vaso de agua del grifo es una oportunidad para cuidar el planeta y construir un futuro más sostenible. Una elección con impacto.
Bibliografía
- Microplastics and non-natural cellulosic particles in Spanish bottled drinking water, Scientific Reports.
- EnviroPlaNet.
- El agua embotellada tiene más microplásticos que el agua de grifo, Universidad Autónoma de Madrid.
- Precio medio de venta agua mineral envasada en España entre 2011 y 2023. Statista.
- Global Plastics Outlook, OECD.