Beneficios de una gestión eficiente del agua en la industria vinícola
El aumento del consumo de vino ha dado lugar a un incremento del número de viñedos y bodegas en todo el mundo en las últimas décadas. Este aumento de la producción de uva y vino, junto con los fenómenos de sequías y el cambio climático, hacen necesario hoy en día, y más que nunca, un uso eficiente y sostenible del agua tanto para el cultivo como para el proceso de producción del vino. El uso eficiente del agua es claramente una parte clave de la sostenibilidad en la industria vinícola, junto con la eficiencia energética, la reducción de las emisiones y los desechos, y otros factores.
Una mayor reutilización de las aguas residuales tratadas con fines para la agricultura, y en particular para el cultivo de la uva, disminuiría la extracción de las masas de agua superficiales y subterráneas, reduciendo el impacto de los vertidos de aguas residuales tratadas, promoviendo el ahorro de agua y garantizando un alto nivel de protección del medio ambiente. Esto unido a otras técnicas eficientes como el riego por goteo, el control de la humedad del suelo o la sensorización, suponen un beneficio cuantitativo y cualitativo tanto para el sector de la uva como para el medio ambiente.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de agua necesaria para la agricultura y las condiciones climáticas de la región, el pasado 7 de abril de 2020, la Unión Europea daba a conocer un nuevo reglamento que facilitaba el uso de las aguas residuales urbanas tratadas para el riego agrícola, reduciendo así el riesgo de escasez de agua para el riego de los cultivos y ayudando a Europa a adaptarse a las consecuencias del cambio climático. El reglamento, que se ajusta plenamente a la economía circular, mejorará la disponibilidad del agua y fomentará su uso eficiente, sobre todo para los países del sur de Europa, más expuestos a largos periodos de sequía.
Por su lado, para la actividad económica de la producción del vino, la gestión de las aguas residuales, incluyendo su recolección, tratamiento y posterior reutilización, está inextricablemente vinculada a la eficiencia de las operaciones de la bodega y a los beneficios a largo plazo. Es tanto un asunto económico como una cuestión ambiental o técnica donde los beneficios incluyen:
- Reducción de los costes operativos.
- Reducción del tiempo y los costes de mano de obra gracias a la mejora de los procedimientos de limpieza.
- Mejor eficiencia de la producción.
- Reducción de los costes de suministro de agua, tasas de eliminación de aguas residuales o recargos.
- Evita el daño ambiental.
- Mejora de las relaciones y la reputación con los consumidores, la comunidad local y los organismos reguladores.
Cuando las aguas residuales de las bodegas se descargan en el suelo, pueden provocar un aumento de la salinidad y la acidez, lo que perjudica el crecimiento de la vegetación y la biota del suelo. También puede tener un efecto perjudicial en la superficie y los ecosistemas de aguas subterráneas, por el aumento del crecimiento microbiano y de algas que consumen el oxígeno necesario para que otros organismos sobrevivan (*).
Además, existe una creciente demanda del mercado para la producción sostenible de vino, y la gestión del agua recursos de manera efectiva y la prevención de la contaminación son parte de esa ecuación. Las bodegas pueden mantenerse a la vanguardia integrando estrategias de gestión antes de que las regulaciones o las emergencias (por ejemplo, los fallos en los sistemas) exijan una respuesta rápida. Esto permite la libertad de elegir prácticas y tecnologías que tengan el mayor sentido económico para el negocio y ayuden a mejorar la situación medioambiental actual.
En Almar Water Solutions, desarrollamos infraestructuras de agua adaptadas a las necesidades de la industria del vino, cubriendo un amplio abanico de soluciones que cubren desde la desalación hasta el tratamiento de aguas, la depuración, la reutilización y las redes de distribución. Además, contamos con una línea de negocio especializada en servicios de operación y mantenimiento de plantas de tratamiento de agua, garantizando un rendimiento óptimo y eficiente de las infraestructuras, utilizando sistemas de gestión de última generación y modelos computarizados. Así es el caso de los proyectos Ariztia Arica, que consiste en una planta de tratamiento de aguas residuales para una empresa avícola, o Novaustral, para la industria del salmón. Damos servicio a distintas empresas de alimentación y bebidas, así como otros sectores industriales.
A medida que la sociedad ha avanzado, la demanda de recursos se ha disparado, así como el consumo de energía, agua y alimentos, el cual ha crecido incluso más rápido que la población. Es por ello, que Almar Water Solutions colabora con diferentes iniciativas del Abdul Latif Jameel Water and Food Systems Lab, el cual trabaja apoyando, financiando y aportando conocimiento a la creación de empresas, tecnologías y publicaciones relacionadas con el suministro seguro y suficiente de agua y alimentos. Desde su fundación en 2014 J-WAFS ha financiado más de 60 proyectos que involucran a más de 200 investigadores en temas tan variados como: ciencia biológica e ingeniería de cultivos; nuevos fertilizantes y sensores de suelo, filtros de agua innovadores y avances en la eficiencia energética para la desalación, investigación cualitativa y cuantitativa sobre políticas y prácticas en materia de agua, alimentos y agricultura; intervenciones en la cadena de suministro y soluciones de seguridad alimentaria; y mucho más.
Asimismo, en lo relacionado con las energías renovables, la compañía cuenta con la experiencia y conocimiento de su empresa hermana, Fotowatio Renewable Ventures (FRV), la cual es líder en proporcionar soluciones integrales de energía limpia y renovable en todo el mundo. Firme defensora del crecimiento sostenible, FRV pretende conseguir que la energía procedente de fuentes renovables sea la mejor alternativa energética posible frente a los combustibles fósiles, contribuyendo a mejorar y proteger el futuro. Las energías renovables son indispensables a la hora de producir energía limpia para las plantas de tratamiento de agua.
Conseguir una viticultura sostenible es importante no solo para el presente, sino también para el futuro. La eficiencia en la gestión de los recursos hídricos para los cultivos y procesos ayudará a crear vinos excepcionales y generar un negocio rentable, promoviendo además la economía circular, preservando el medio ambiente y mejorando las relaciones con el consumidor final y la comunidad.
(*) Fuente: Winery Process Wastewater Management Handbook, Sustainable Winegrowing British Columbia