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Agua e Inteligencia Artificial

Sequías. Inundaciones. Contaminación. Deshielo. Aumento del nivel del mar. Son algunas de las consecuencias del cambio climático. Estamos inmersos en uno de los grandes desafíos, sino el mayor, del siglo XXI.

Sin embargo, hablar de este siglo es sinónimo de Inteligencia artificial (IA); la cual está transformando profundamente la forma en la que interactuamos con la tecnología.

Ante el panorama en el que vivimos, no podemos dejar pasar una ayuda tan relevante. El adoptar una herramienta como esta permitirá mejorar la operación de servicios de abastecimiento y saneamiento de agua, pues su capacidad a la hora de automatizar tareas y tomar decisiones rápidas y precisas, mejora su eficiencia. Estamos ante un instrumento invaluable en el mundo actual, y el sector del agua ya se está beneficiando de diversas formas.

El aumento de la población mundial previsto significará una mayor demanda de este recurso para la agricultura, la industria y el consumo doméstico. De esta forma, es necesario encontrar soluciones innovadoras que permitan optimizar la gestión del agua con el objetivo de hacer un uso más eficiente de los recursos hídricos de los que disponemos.

En este sentido, recopilamos algunas de las principales formas en las que está impactando en el sector del agua:

  • Gestión de los recursos hídricos

La Inteligencia Artificial es capaz de comparar una gran cantidad de datos que permiten predecir la calidad del agua y detectar posibles contaminantes, minimizando los posibles riesgos. Además, puede llevar a cabo la identificación de problemas en la infraestructura como fugas en las tuberías, a través del análisis de datos en tiempo real proporcionados por imágenes de satélite, drones o cámaras de vigilancia.

Otro de sus beneficios es la optimización de las redes de abastecimiento que permite reducir el desperdicio, minimizar los costes energéticos y maximizar su eficiencia en la agricultura, la industria y los hogares.

Asimismo, el riego inteligente utiliza sistemas de IA para perfeccionar su uso en la agricultura reduciendo el agua y aumentando la productividad; así como, se pueden mejorar los procesos de tratamiento de aguas residuales, incrementando la eficiencia a través de su implementación. Igualmente, la desalación puede beneficiarse de su integración con fuentes de energía renovable, ya que puede gestionar la variabilidad de estas fuentes de energía, ajustando el funcionamiento de las plantas.

  • Seguridad y prevención de desastres

A través de modelos hidrológicos avanzados y sistemas de alertas tempranas la Inteligencia Artificial puede predecir inundaciones mediante los registros de datos históricos y datos en tiempo real; así como, puede prever áreas proclives a inundaciones detectando patrones climáticos y de precipitación que permitirán emitir alertas ante los posibles desastres que puedan provocarse.

  • Investigación, desarrollo y educación

La IA puede ayudar en la creación de modelos que predigan el comportamiento de las cuencas hidrográficas y el ciclo del agua, lo que nos permitirá su estudio y mejor conocimiento. Además, a través de la asistencia virtual se puede ofrecer información a toda la población sobre el consumo de agua individual y global; así como consejos de conservación y protección de este vital recurso.

En Almar Water Solutions trabajamos para ofrecer un servicio óptimo y fiable en la gestión de las infraestructuras de agua. Apostamos por las soluciones digitales; sin embargo, en el ámbito de la Inteligencia Artificial aún quedan varios temas que tratar ya que, aunque, tiene el potencial de transformar positivamente el sector, también presenta desafíos que deben tenerse en cuenta. Estos sistemas pueden ser vulnerables a ciberataques, lo que podría comprometer la infraestructura de agua y la información sensible de los usuarios. Además, su implementación puede agravar la dificultad en el acceso al agua segura y limpia en las áreas con menos recursos; así como, la infraestructura que da soporte a la IA puede tener un impacto ambiental negativo, debido al consumo de energía.

Para mitigar esta huella es vital implementar una regulación adecuada, garantizar la transparencia en el uso de datos e impulsar el trabajo conjunto entre la tecnología y los humanos. La Inteligencia Artificial está desempeñando un papel cada vez más importante en la gestión eficaz de los recursos hídricos. Estas aplicaciones están demostrando que puede ser una herramienta poderosa para mejorar la gestión del ciclo integral de agua si se minimizan los desafíos que presenta.

Es hora de aprovecharnos del último descubrimiento del ser humano: la Inteligencia Artificial.