¿Se puede medir el valor del agua?

¿Cuánto vale el agua? ¿Se puede medir su valor? ¿Quién o qué lo determina?

Estas sencillas preguntas no son tan fáciles de responder. En nuestra vida diaria, a menudo, pasamos por alto el papel del agua; no somos conscientes del incalculable valor del “oro azul” en todo lo que nos rodea. Al ser fundamental para la vida, la sociedad y las economías, presenta múltiples valores y beneficios; sin embargo, al contrario que con la mayoría de los recursos naturales, se ha demostrado que su valor “real” resulta muy difícil de definir.

El agua es un recurso único e insustituible cuya cantidad es limitada. De hecho, ignorar su valor es la principal causa de su desperdicio; así como, desconocer sus diferentes usos se considera como la raíz o un síntoma de su mala gestión. Según el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de 2021, para el año 2030, el mundo se enfrentará a un déficit global de agua del 40%.

En este sentido, es fundamental la tarea de sensibilización, concienciación y educación de la ciudadanía en lo relativo a la preservación del agua. La disponibilidad de este recurso se da por sentada, de ahí que mucha gente se pregunte por qué se debe pagar por el agua. Actualmente, nos enfrentamos a ambiciosos retos, agravados por el cambio climático y el aumento de la población, que hacen de la voluntad política, la innovación empresarial y la educación de los consumidores un instrumento de transformación social y medioambiental, necesario para lograr un gran cambio en la concienciación que tenemos sobre el valor del agua.

A través de la huella hídrica se puede tomar conciencia del consumo de agua que necesitamos en nuestras actividades. Todo lo que usamos, vestimos, compramos, vendemos y comemos necesita agua para su fabricación. Por ejemplo, la producción de un kilogramo de carne vacuna requiere aproximadamente 15.000 litros de agua, un kilogramo de arroz necesita 2.497 litros y un kilo de chocolate 17.196 litros de agua. Además, para poder obtener un kilogramo de algodón es necesario utilizar 10.000 litros y para fabricar unos vaqueros se consumen cerca de 8.000 litros de agua.

Este indicador se utiliza de base para conseguir una gestión más eficiente del agua. El valor de este recurso cambia según su ubicación, su nivel de abundancia o escasez, su calidad y su disponibilidad; así como, dependen del propósito para el que se utiliza y de los beneficios generados por estos usos.

Por un lado, el sector agroalimentario utiliza la mayor parte de los recursos mundiales de agua dulce. En promedio, la agricultura utiliza el 70% del agua que se extrae a nivel global. En este sentido, el uso de este recurso para fines agrícolas es un tema central en cualquier debate sobre los recursos hídricos y la seguridad alimentaria. Durante mucho tiempo la seguridad alimentaria ha sido un desafío para las sociedades humanas y se convertirá, en las próximas décadas, en un problema mundial cada vez más importante.

El valor asignado a este recurso para la producción de alimentos, a pesar de los esfuerzos en los últimos 30 años, es muy bajo en comparación con su valor en los usos alternativos del agua, como los usos domésticos e industriales. En este sentido, si se quiere alcanzar la mayoría de las metas del ODS 2 para 2030, es necesaria una transformación en la gestión del agua para el sistema alimentario.

Por otro lado, gran cantidad de agua también se destina al sector industrial. Resulta imposible prescindir de este recurso en la industria, ya que no se podrían producir una amplia cantidad de los productos y objetos que utilizamos en nuestro día a día.

El agua se utiliza en todas las industrias independientemente de su finalidad, ya sea para la construcción de coches, la fabricación de medicamentos o la gestión de residuos. El volumen utilizado de agua constituye entre un 10% y un 20%; sin embargo, el consumo industrial de agua varía en función de la industria en términos de cantidad y tipo de agua usada.
Existen diferentes métodos para el tratamiento del agua, la selección del más adecuado dependerá de la calidad del agua a tratar y del grado de pureza al que se requiera llegar, este siempre depende del proceso en el que se va a utilizar.

Hay suficiente agua para todos, siempre y cuando la gestionemos de forma eficiente. En este sentido, desde Almar Water Solutions ofrecemos soluciones eficaces para evitar la escasez y conseguir agua de calidad, sin que el medio ambiente se vea afectado.

En Almar Water Solutions ofrecemos soluciones y servicios de agua para la industria, en sectores como minería, textil, petróleo y gas; así como, energía y piensos animales, entre otros. También producimos recursos de agua no convencional tanto para la agricultura como para el sector doméstico. De este modo, somos capaces de brindar agua de calidad, en distintos rangos y características, para todo tipo de clientes, mediante tecnología de vanguardia, garantizando el éxito en los resultados.

Bibliografía
El agua en la agricultura. Banco Mundial.
Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2021: el valor del agua. Programa Mundial de la UNESCO de Evaluación de los Recursos Hídricos. 
Product Gallery. Water Footprint Network.